Plaza Mayor, 10 - 50610 Luna (Zaragoza)
Situación

Con una altura de 650 metros el sagrado monte de Monlora alberga en un extremo de su ancha planicie el Monasterio de la Virgen de Monlora cuyo edificio incluye convento, iglesia, hospedería y restaurante.

Este monte es conocido como la Atalaya de las Cinco Villas por ofrecer una espléndida panorámica de los llanos de la comarca con magníficos paisajes de fondo, al norte los Mallos de Riglos, Peña Oroel y cumbres pirenáicas, al este Sierra de Guara y al sur el Moncayo.

El origen etimológico de Monlora puede ser Monte de la Aurora, Monte oloroso o Monte de las flores. En el primer caso por ser morada de la Madre del Señor, nombrada en los Gozos como Aurora del Sol Divino. Los otros nombres hacen referencia a la frondosidad de la vegetación y variedad de plantas que cubrían el monte, un verdadero jardín botánico según las descripciones que nos han llegado de épocas pasadas.

Historia

La historia de Monlora es sinónimo de fervor religioso de los habitantes de la zona. Según la tradición, un 21 de febrero la Virgen se apareció sobre una carrasca a un pastor, hace ya más de ochocientos años como cantan los Gozos, a quien encargó la construcción de un templo para ser venerada. Esta carrasca fue víctima del paso del tiempo y de la devoción de los fieles quienes se llevaban ramas y trozos de corteza por su poder curativo. Actualmente frente al edificio hay un ejemplar de carrasca plantado en 1928 en recuerdo al original donde según la tradición se apareció la Virgen de Monlora.

En un principio se nombraban dos ermitaños que velaban y cuidaban de la Virgen y su ermita. Vivían en una casa junto al templo, la Casa de los velantes o Casa de la Villa y vivían de limosnas y productos del huerto que ellos mismos cuidaban. La fama de la Virgen de Monlora se extendió y el número de peregrinos aumento de tal forma que se hizo necesaria una reforma ante la imposibilidad de atender sus necesidades tanto de hospedaje como de asistencia espiritual.

Arte en el Santuario de la Virgen de Monlora

De los edificios medievales apenas quedan unos restos de arcos de piedra. De la reforma, realizada por don Miguel de Torrero, se conserva un retablo con la imagen de la Purísima, un arco conopial que daba paso del convento a la iglesia y el escudo de armas de la familia Torrero esculpido en el arco de la puerta principal.

El monasterio disponía de dependencias y anexos como eran la biblioteca, el hospicio, paseos, aljibes, el calvario desde la falda a la cima del monte y las trece ermitas que completaban el conjunto. Bajo la iglesia existen tres criptas independientes y en una de ellas los restos de veinticuatro cadáveres.

La actual iglesia se reedificó en los años 1762 a 1765, tiene forma de cruz latina y en su interior podemos contemplar un coro de madera de nogal, diversos altares dedicados a santos franciscanos y repartidas por la nave las imágenes de los titulares de algunas de las desaparecidas ermitas; el altar mayor, rodeado de exvotos y ofrendas de los quintos, tiene en su centro la imagen de la Virgen de Monlora, restaurada en 1962 para su canonización; en un brazo del crucero de la nave hay una capilla dedicada a la Purísima, y en el opuesto, otra capilla dedicada al Ecce Homo donde se coloca una talla del siglo XV, de unos 40 cms, representando a Nuestro Señor atado a la Columna que es la pieza de mayor valor artístico del Monasterio de Monlora y que en principio estaba en la ermita de Santa Bárbara en el extremo sur de la altiplanicie pero fue llevada a la iglesia cuando protagonizó en varias ocasiones el hecho prodigioso de sudar sangre y agua; en este altar están colocadas las imágenes de San Francisco de Asís (comunidad religiosa fundadora del convento) y Santa Clara de Asís (comunidad religiosa instalada actualmente).

Tradiciones del Santuario de la Virgen de Monlora

Pasar bajo la mesa del altar para curar dolores de cabeza, tirar tres veces del cordón de la imagen de San Benito de Palermo dando otras tantas vueltas sobre el tacón de los zapatos para encontrar novio, sanar las dolencias de los peregrinos y curar las enfermedades de los ganados con el agua bendita del Santuario son algunas de las creencias y tradiciones de este emblemático lugar. Otras costumbres relacionadas con el folklore popular son las ofrendas a la Virgen de Monlora que se realizan en los festejos y los Gozos que se cantan en su honor.

Entre los frailes que habitaron el monasterio, fray Diego llevó una vida de santidad y tras su muerte en 1532 fue venerado en la comarca alcanzando la fama de santo. Uno de sus huesos fue llevado a Monlora como reliquia para interceder ante la Virgen en casos de enfermedades y al agua tocada con esta reliquia se le atribuyen numerosos casos de curación mostrándose especialmente eficaz como remedio para las enfermedades y epidemias de los ganados.

Además de la Virgen de Monlora y la vinculación del lugar a la orden de San Francisco, elementos claves de este lugar sagrado son el agua y los gozos; el agua milagrosa atrae a peregrinos y pastores y los gozos a la Virgen actúan como medio de divulgación. Los hechos milagrosos atribuidos a este agua indican que el área de influencia del Monasterio de Monlora ha traspasado las fronteras de las Cinco Villas, desde tierras del Moncayo hasta los valles pirenaicos y desde la Hoya de Huesca hasta Navarra, llegando a lugares más lejanos en Logroño y País Vasco.

Los pastores subían al Monasterio en busca del agua milagrosa cantando los Gozos de Nuestra Señora de Monlora.

Otro acto de fe consistía en colocar una estampa de la Virgen dentro de una esquila, cerrar la embocadura y colocarla al cuello de la mejor oveja del rebaño para tener la protección de Nuestra Señora durante toda la campaña; esta tradicional y devota costumbre todavía sobrevive en los ganaderos de la comarca y también es recordada en las zonas del pirineo que practicaban la trashumancia.

La cabaña de ganado en su trashumancia, varios miles de cabezas de ganado ovino procedente de las tierras llanas del valle del Ebro que volvían a los pastos estivales de los valles del Pirineo, a su paso por las proximidades del Monasterio de Monlora era recibida por el Manto del Niño que bajaba el ermitaño al pie de la montaña y se realizaba un solemne ritual de adoración. El ermitaño realizaba cada tres meses recorridos que llegaban a los valles pirenaicos del Roncal, Echo y Ansó donde todavía se recuerdan estos hechos. Los recorridos por la comarca los realizaba cada quince días.

Actualidad del Santuario de la Virgen de Monlora

Monlora es actualmente un hermoso monasterio, centro de peregrinaciones, lugar idóneo para quien busca espiritualidad, paz y sosiego pero también lo es para los amantes de la naturaleza y de la aventura, un magnífico entorno para excursiones a pie y un buen viento para practicar ala delta o parapente.Fiestas patronales de la Villa de Luna en honor a la Virgen de Monlora
La romería al Monasterio de Monlora se celebra el 1º de mayo y tiene gran arraigo popular en toda la comarca.

Una tradición que perdura con el paso del tiempo es la «despedida» que los quintos (mozos y mozas) de cada año realizan ante la Virgen de Monlora. En la tarde del 7 de septiembre se realiza la «Bajada de la Virgen» donde la peana con la imagen se lleva a hombros en solemne procesión desde el Monasterio hasta la iglesia parroquial de Luna y tras celebrarse la tradicional «Ofrenda de Flores a la Virgen» la Celestial Patrona preside las fiestas que en la villa se celebran en su honor.

En 1904 se constituyó la primera Cofradía de Monlora, en el año 1917 se comenzó a editar la Hoja de Monlora como publicación parroquial y en 1922 nació la Hermandad de Nuestra Señora de Monlora que se encarga de conservar el edificio y de mantener y propagar la devoción a la Virgen.

Adorada desde tiempo inmemorial como patrona de Luna, se solicitó el nombramiento oficial a S.S. el Papa Pío XII y el día 8 de agosto de 1952 la Sagrada Congregación de Ritos de Roma declaraba a la Virgen de Monlora como Celestial Patrona de Luna y ese mismo año presidió las fiestas patronales en la iglesia parroquial de la villa a donde fue trasladada en solemne procesión saliendo por primera vez de su Monasterio; en el año 1954 se colocó en el presbiterio de la iglesia parroquial de Luna una reproducción de la imagen de la Virgen de Monlora como opción ante el deseo de bajar otra vez la original del Santuario. El día 26 de septiembre de 1962 el Obispo de Jaca, cumpliendo la Bula de S.S. el Papa Juan XXIII, en un acto multitudinario que recogieron prensa, radio y televisión, proclamaba la Coronación Canónica de la Virgen de Monlora.
En 1992 se instaló la comunidad monástica de San Benito, monjes benedictinos que a sus tradicionales labores religiosas unieron otras actividades como el mantenimiento de la hospedería y la elaboración de dulces dando un importante impulso revitalizador al monasterio. Actualmente es la comunidad de las hermanas pobres de Santa Clara quienes están instaladas en el santuario desde el año 2002.