Nueva web del Ayuntamiento de Luna
Con un incierto origen en la línea defensiva de los cristianos frente al territorio en poder musulmán, su historia camina paralela a la evolución de la villa de Luna, reconquistada por el rey Sancho Ramírez en el año 1092. Esta zona experimentó un gran auge repoblador gracias a los privilegios otorgados por el rey y creció en importancia como vía militar en el avance para la reconquista de las tierras del valle del Ebro y posteriormente como vía interna de comunicación entre la montaña y el llano.
En el término municipal de Luna crecieron muchas aldeas y castros fortificados para prestar hospedaje y defensa de las rutas que unían los valles del Gállego y del Ebro; un camino pasaba por Luna, Españés, Júnez y Lacasta; otra vía enlazaba las poblaciones de Huesca con Ejea y Zaragoza a través de Luna, Obano, La Ruta, Yecra y posiblemente Lacorvilla.
Lacorvilla perteneció al patrimonio condal de la familia de los Luna y actualmente es el único núcleo habitado que junto a Luna resiste a la despoblación del municipio.
Con un incierto origen en la línea defensiva de los cristianos frente al territorio en poder musulmán, su historia camina paralela a la evolución de la villa de Luna, reconquistada por el rey Sancho Ramírez en el año 1092. Esta zona experimentó un gran auge repoblador gracias a los privilegios otorgados por el rey y creció en importancia como vía militar en el avance para la reconquista de las tierras del valle del Ebro y posteriormente como vía interna de comunicación entre la montaña y el llano.
En el término municipal de Luna crecieron muchas aldeas y castros fortificados para prestar hospedaje y defensa de las rutas que unían los valles del Gállego y del Ebro; un camino pasaba por Luna, Españés, Júnez y Lacasta; otra vía enlazaba las poblaciones de Huesca con Ejea y Zaragoza a través de Luna, Obano, La Ruta, Yecra y posiblemente Lacorvilla.
Lacorvilla perteneció al patrimonio condal de la familia de los Luna y actualmente es el único núcleo habitado que junto a Luna resiste a la despoblación del municipio.
Lacorvilla fue municipio independiente en 1834 y, según Antonio Ubieto Arteta en «Historia de Aragón, formación territorial», se une a Luna en 1845.
Lacorvilla es población pedánea de la villa de Luna y su economía se basa en la producción agrícola propia de secano, cereales complementada con ganadería ovina. La evolución de la población entra en línea descendente a partir del año 1930 en un crecimiento negativo que se mantiene en la actualidad y cuya pirámide de edades tiende al envejecimiento de la población.
Es un núcleo con arquitectura típica de la zona y en sus casas abundan las jambas y dinteles de piedra labrada, procedentes del castillo de Yecra. La iglesia parroquial dedicada a Santa Quiteria es modernista del siglo XX, presenta fábrica de sillería y torres cuadradas, edificada en el año 1909, en su interior alberga la imagen de la virgen titular de la ermita de Yecra, una interesante escultura de mármol de comienzos del siglo XVI que representa a la virgen sedente sujetando al niño con su brazo derecho.
Se celebran durante el primer fin de semana de agosto. A los actos religiosos se unen los festivos: pasacalles y cucañas, competiciones deportivas y de juegos de cartas, parque infantil y concursos de disfraces, verbenas, café concierto, festival de jotas, comida popular, traca y fuegos artificiales.
Desde el año 2003 junto a los dos patronos de la población, la imagen de la Virgen de Monlora también preside las fiestas de Lacorvilla en agradecimiento a la arraigada devoción que los «corvillanos» tienen en la virgen de Monlora. En el año 1962 la Imagen de la Virgen de Monlora fue llevada a Lacorvilla con motivo de su inmediata Coronación Canónica y desde entonces no había vuelto a esta población.
En los días previos se realizan actividades complementarias como son la matanza del cerdo, comida de hermandad y encendido de la hoguera. En el día central de la fiesta se celebran los actos religiosos con misa cantada, bendición de roscos y procesión del santo por las calles. Tras los actos religiosos, en los rescoldos de la hoguera, unas sabrosas patatas asadas y los roscones. La fiesta se despide con una buena comida de hermandad.
Es un día en el que a los residentes habituales se len unen los hijos-as y simpatizantes del pueblo para celebrar la festividad con gran solemnidad. Los actos centrales son la misa y posterior procesión de la santa por las calles. Tras los actos religiosos, reunión en la mesa familiar o en el salón parroquial para disfrutar de una buena comida.
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